La supervisión es muy necesaria para los psicólogo/as y terapéutas que se dediquen a la psicoterapia. Al trabajar con personas tenemos que hacernos cargo de nuestras responsabilidades y limitaciones para que el paciente pueda seguir avanzando en su proceso.
La supervisión consiste principalmente en repasar casos que traen los supervisados en donde el profesional se ha quedado estancado, habiendo aparecido en la terapia problemas para su avance. El supervisor nos ayuda a ver otra visión a partir de un trabajo personal. Ello nos ayudará a seguir evolucionando como personas y como profesionales.
Algunos de los principales temas que se trabajan en supervisión son: escenas temidas, transferencia y contratransferencia, El yo como psicólogo o terapéuta, los límites, tanto los que pongo (o no ) como los que me ponen y algunos otros temas que van apareciendo a medida que se va profundizando.
Las supervisiones pueden ser tanto grupales como individuales, siendo las grupales más enriquecedoras pues cada integrante del grupo aporta sus visiones personales. Se teje una red energética que nos ayuda a progresar a todo/as y cada uno/a de los participantes.
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